[A saber cuánta sangre ya le quitaste del cuerpo para estar así de mansito.
Respira fuerte y perdiendo el compás. Tus manos ocupadas le dan una oportunidad para aflojar una mano que pasa por sus hombros y la nuca, dándole una superficial caricia a lo corto de tu cabello.] Ya te lo había dicho... [Jadea ante el dedo en su intimidad.] Confío en ti con mi vida, Charles. Te amo.