[Presiona su frente contra la tuya, jadeando contra tus labios, exhalando tembloroso al sentir como te remueves para él.
Sus dedos se mueve dentro tuyo, abriendo y cerrándose y presionando justo en el centro hasta que solo no puede más y los quita para guiar su erección contra tu entrada, acalorado y gruñendo bajo tu nombre, sus labios repasando las mordidas que dejó en tu cuello y hombros.] Maestro...