[Bebes de pura gula a estas alturas, siempre te tiene bien alimentado.
Y agradece profundamente la ayuda, porque su cuerpo es un bulto y no es como que sudado, fatigado y contigo escurriendo por sus muslos pueda moverse demasiado. En la cama lo primero que hace es buscar un cojín con la mano para ponerlo detrás de su cabeza.] Y no me arrepiento, ¿sabes? Suena mucho mejor cuando el que lo dice eres tú.