1/4
[Escuchar tu voz de pronto hace que se le enchine la piel, por que es algo que ha deseado tanto y tan desesperadamente,; solo tú, estando bien, de vuelta. Tanto que le toma un segundo convencerse que no se lo está imaginando, que no es cómo las otras tantas veces que se la ha pasado hablando en voz alta sobre alguna nueva idea disparatada o quejándose sobre algún deber de la escuela e imaginando que le respondes.]