Uwah, uwah... no lo decía con mala intención. [Queriendo disculparse, te pone una de las flores que recogió en el cabello. La vista le gusta.]
A lo que iba es que con cosas sencillas estoy más que bien. ¿Quién necesita una casa de verano? Con tener una choza para venir a descansar de la capital y con tal de tener tu compañía todos los días a mi lado es felicidad suficiente.